19.4.15

De la escritura creativa

Me invitaron a participar en la feria del libro que organiza una universidad en el norte de México. Seis escritores en escena, un moderador. Preguntas generales para hablar de nuestro trabajo, temas obligados, como las redes sociales, la autopublicación, el financiamiento, pero no sobre la frontera (entonces no tengo nada que decir...  Pensé). Solo se hablar de la frontera. No había entendido que aquí no se trataba de hablar de lo que cada uno sabia, sino de porqué escribíamos. Un performance a todas luces, como son siempre las presentaciones. Quizá algunos más apegados a sus personalidades, otros con un personaje más acabado. 
El título de la mesa era "encuentro de escritores mexicanos". Cuando lo leí pensé inmediatamente que se habían confundido conmigo, luego vi mi foto en el programa y no me quedó duda. Me enfrentaba a una frontera que ha estado mucho tiempo de frente a mí pero no había querido cruzar. 
Unos días antes de la presentación decidí de una vez salir del clóset (no sería  la primera). Es decir, que iba a presentar a mi alter ego, ese que escribe aquí, que soy yo, pero no soy yo. Seleccioné los textos, tres que escribí hace dos años en Tijuana y que hablan sobre la frontera. Los leí por la mañana varias veces en voz alta. Me alisté y salí con mis otros libros bajo el bazo, los de ensayo académico.
Ya en el escenario todo fluyó, no leí nada, nadie leyó nada. Solo hablamos de nosotros. Un goce egocéntrico. Una palmada al hombro. Un reconocimiento sin duda al trabajo de cada uno. 
Confirmo que me gusta la escritura creativa y también el anonimato. Agradezco a los organizadores de la feria por este nombramiento, uno de los que más feliz me ha hecho en los últimos meses.



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