17.9.08

no me puedo bajar de la rueda de la fortuna

Im fucking tired, o lo que es igual a: tiro la toalla, no puedo más, estoy harta de mis masturbaciones mentales y de que mi vida se encuentra barada en un sólo pensamiento y en muchos sentimientos encontrados. He planteado y experimentado cualquier tipo de metodologías para encontrar nuevamente la paz interior, desde la evasión, el ensimismamiento, la negación, el ejercicio exhaustivo y, hasta ahora, nada ha funcionado, me queda el psiconálisis y el reiki. Y como soy una mujer de fe, me inclino más por la segunda debido a su inmediatez y prefiero dejar las terapias para el resto de mis problemas mundanos.
Además, estoy harta de los dichos bien conocidos y repetidos por casi todos ["Después de la tormenta viene la calma", "no hay mal que dure cien años... ni nadie que lo aguante"] porque en este momento me son inmunes ya que sólo sirven para resarcir los estragos de la insipiente naturaleza humana que con "sabiduría" aprende a sobrellevar "los retos" que la vida les va poniendo [sic] sin detenerse a pensar que ninguno de ellos aplica por una cuestión de mera sobrevivencia; es decir, si lo que buscamos es consuelo, no hay más que repetir como tarabilla alguno de estos dichos, pero si quisiéramos salir del "hoyo" con plena conciencia de que lo vivido, por más doloroso que sea (visto evidentemente desde una perspectiva individual y, en la mayoría de los casos, egoísta), es sólo circunstancial, entonces la percepción de nuestros actos cambiaría y, por ende, también nuestra responsabilidad frente a un acto supuestamente fallido [y digo supuestamente porque todo evento tiene varias caras desde donde se puede realizar un análisis crítico objetivo, incluso las relaciones interpersonales]. En este sentido, me río de mi misma y de mi conclusiones apresuradas porque siempre termino justificando mis elucubraciones en lugar de, no sé, empezar de nuevo...pero a escribir el texto porque ya cai en mi misma trampa. Lo único que tengo por verdadero es que todo es cíclico y no me puedo bajar del rueda de la fortuna.