30.6.13

Día 113

Paseo en la Roma.
Sigo con pocos ánimos de escribir.
Pasamos por la librería y me compré un libro de Carver. Hace rato que quería leer   What We Talk About When We Talk About of Love, título que Murakami utilizó para su libro autobiográfico; uno de mis favoritos. 


Día 112

Cine en función doble.
Desayuno con familia.
Poco ánimo de escribir.
Esta rutina a veces me estorba.
Disciplina.
Lugar común.
Pan de cada día.

Día 111

Mucho trabajo. No he tenido tiempo para escribir. 

27.6.13

Día 110

El panóptico de Foucault no ha sido comprendido.
Abstraer la mirada desde la posición del guardia.
Traducir lo que hemos visto para quienes han decidido no ver.
O, mejor aún, no decir nada.
En la plaza George Orwell de Barcelona pusieron una cámara.
La cámara que vigila.
Una contradicción
George Orwell ya lo había anticipado.
Foulcault también.
Como muchos otros que lo han visto.
Que han traspasado la condición humana.
Muchos incluso los han leído.
Pocos los han entendido,
o los han malinterpretado,
o, peor aún, han abusado.
Así es la condición humana.
Los iniciados de la posmodernidad
o, mejor dicho, de toda la humanidad,
ellos, casi siempre ellos,
develan lo que ha sido resguardado
o resguardan los que ha sido olvidado.
La artimaña del poder es el conocimiento.

Día 109

Cuando el tiempo ha pasado sin pasar. Sin sentir sus estragos. Sin recaer en sus entrañas. La vida siempre alerta de los detalles nos hace estar atentos a nuestros éxitos o fracasos. La condición de nuestra existencia no sucumbe al sueño de quienes en vida esperan un mejor destino. Ya sea migrando, ya sea amando, ya sea viviendo. Cada quien descubre los artilugios de poder estar sin estar en el mundo. Un mundo de difícil aprehensión pero de grandes satisfacciones. No es en la negatividad de las promesas ni de las esperanzas donde se cimientan nuestros corazones sino en la volatilidad de la utopía, de ese proyecto que sólo existe en los que creen, que tienen fe. No un fe ciega, no una fe complaciente, no una fe institucionalizada. Una fe en la humanidad. Utopía. Deseo. Pretensión. La vida sigue y nada nos detiene, solo el clamor del pasado en sí. Despertar a la condición humana de su letargo es un proyecto ambicioso e infructuoso. Dejemos ser y seamos. Seres vicios, seres humanos, seres perfectos por su misma imperfección. Ayer aprendí algo.

25.6.13

Día 108

Los procesos creativos son procesos de aislamiento, de introspección, y disciplina. Cada quien inventa su metodología para crear, para escribir, para decir eso que creemos es tan importante para la humanidad, aunque en realidad sabemos que solo nos leerán un puñado de personas. Los necios escribimos por necesidad, por placer, por sentirnos vivos. En los procesos creativos no debería existir la frustración a menos que la intención sea distinta a la epistémica. No vamos a descubrir el hilo negro, solo vamos a deshacer los nudos que hemos hecho. Territorialización y desterritorialización del conocimiento, de los saberes, de los procesos creativos. Para escribir se necesitan condiciones, tiempo y disposición.  Condiciones económicas, tiempo libre y disposición para hacerlo. Un guiño con un saber, un pensamiento propio que leemos en otro, nos hace seguir el camino. Hojas de escritura en una sola sesión, aunque después venga la edición, hacen de la actividad creativa un aventura indescriptible. Ver un libro terminado a la distancia, leerlo, releerlo, desconocer a esa persona que lo escribió no por lo que dijo sino por cómo lo dijo hacen de la escritura un proceso gozoso de desdoblamiento del ser. El proceso creativo es ególatra, narcisista, pero no porque busquemos el reconocimiento o el éxito, sino porque nos enamoramos de esa persona que escribe, que somos nosotros mismos.

Día 107

Llevo dos días trabajando en un texto y me atoré buscando el libro de un autor. Que frustración. Quedarse varada por no tener el material a la mano y por no poderlo conseguir en pdf. Me he vuelto especialista en hurgar en la WEB, lo que nunca hice en las bibliotecas, gran contradicción. Desde siempre las bibliotecas me han parecido lugares inhóspitos, fríos, impersonales. Me gusta el anonimato y pasar desapercibida, pero justo en las bibliotecas siempre he sentido lo contrario. En las bibliotecas dejamos rastro de nuestra presencia, los bibliotecarios (o mejor dicho las bibliotecarias) nos observan con impaciencia, con desdén cuando no encontramos algo en esa clasificación abigarrada alfanumérica de las estanterías. En fin, las bibliotecas nunca han sido de mi agrado y por eso decidí invertir en la propia, aunque con cada cambio de casa ésta va disminuyendo considerablemente, seguramente llegará el día en que decida no cargar con ningún libro y termine donándolos todos a una biblioteca.

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He aprendido a leer en pantalla. Cambio total. Si antes abrazaba los libros, los tocaba, los olía, los guardaba  y ordenaba alfabéticamente en mi biblioteca, ahora me obsesiona buscar y "bajar" textos o libros completos en pdf. Puedo pasar horas buscando minuciosamente material para mis investigaciones. Me reconforta un hallazgo. Incluso he desarrollado varias formas de guardarlos y clasificarlos. La WEB está plagada de herramientas que han revolucionado incluso la metodología de hacer fichas bibliográficas. Es impresionante lo que se puede hacer con aplicaciones como Note Taker, Pages, Evernote, Dropbox, entre otras. Es impresionante que lo que antes almacenabas en cuartos completos ahora lo almacenas en un dispositivo electrónico y lo traes de un lado para otro. Corres el riesgo de perderlo pero es mínimo porque siempre puedes hacer una copia de respaldo en otro dispositivo electrónico o incluso "comprar" espacio en la WEB. Es impresionante. Seguramente las generaciones que nacieron con los dispositivos electrónicos no registrarán estas diferencias pero soy de la generación que vive los cambios: de la maquina de escribir a las tabletas electrónicas. Años luz de diferencia en el quehacer del investigador y del docente.

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Estoy varada y obsesionada con el texto que necesito. Seguiré hurgando hasta encontrarlo. Quizá no sea lo que busque pero por lo menos habré ganado la batalla.

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Autores: sean generosos con el conocimiento y suban a la WEB sus textos, muchos de nosotros lo agradeceremos.

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Llegará un día en el que desaparezcan las bibliotecas?

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Vs.


23.6.13

Día 106

Llevo meses pensando la diferencia ente libertad y autonomía en una relación de pareja. La libertad es metafísica; la autonomía ontológica. Renegamos de la mimesis entre las personas que deciden unirse. Renegamos de los espacios y del tiempo compartido. Negociamos. No queremos fundirmos en el otro. No queremos dejar de ser yo. La relación no lo pide. Cómo mediar entre los deseos, las necesidades propias y ajenas? Como impedir perdernos en la relación? Libertad o autonomía? Le pedimos al otro libertad o autonomía. Ninguna de las dos depende del otro. Sólo de nosotros. Uno es libre en la medida que lo siente, que se sabe vivo, que vive en paz. Autónomo es en función de las decisiones que tomamos. Decisiones que compensan al ser con sus deseos y los deseos del otro. La libertad y la autonomía son paralelas, nunca sinónimos. No son concomitantes ni mantienen una relación causal. Cada quien las elabora desde sus experiencias. Habrá quien nunca se sienta libre, mucho menos autónomo, y puedan cobijarse bajo la mirada del otro. Habrá quien sin buscarlo, sin preguntárselo, sin necesitarlo, habite ese espacio de libertad y decida en función de eso para relacionarse con el otro. Las reacciones son de dos, por lo menos las que he vivido. Vivo en contradicción. Me da miedo fundirme en el otro y me gusta cobijaren con el otro. Libertad o autonomía?

Día 105

Día de campo. Con la lluvia el paisaje se vuelve verde. Un verde intenso, luminoso, profundo. Llegar al cerro. Caminar las piedras mojadas. Contemplar la grandilocuencia de la naturaleza. Dejarse sorprender. Tres generaciones: padres, hermanos, nietos. Un paseo de la familia. Recordar la infancia. Unos padres amorosos, comprensivos, pacientes. Hermanos que guardan secretos, recuerdos, experiencias dolorosas, espero que no guarden también rencores. Unos sobrinos que ven con distancia, callan admiran. Recorrimos juntos las calles empedradas. Silencios largos. Bromas. Juegos. Risas. Los más jóvenes se adelantan a comerse el mundo. Los más viejos esperar. Espero con ellos. Me intriga saber qué piensan. Si son felices juntos. Si están en paz. Al final del día lo confirmo si decir nada. Un padre distante  envía un mensaje diciendo que nos ama. La palabra mágica. Nos reconforta el alma. La comida de mesa grande. El sueño de mi padre. La familia reunida. Casi toda. Algún día estaremos todos juntos nuevamente. Regresamos. Llueve en la carretera. La noche no cae. Es el día más largo del año. Ayer entro el verano. Mi cabeza no para. Imágenes rebobinadas en sentido contrario. Busco un momento, un recuerdo. Una pieza del rompecabezas. Le pregunto a mi hermana sus recuerdos de primera infancia. Quiero comprobar qué tanto sabe. Como un examen. Me habla de ella. No como hermana, como mujer. Historias de nosotros que se quedan en la carretera. El campo es testigo de nuestros momentos felices. La ciudad es otra cosa.

21.6.13

104

La noche tiene sonidos
En vela se escuchan mejor
Oído de tísico
Insomnio

Un café taciturno
Solapar el hambre
Bilis que carcome
Insomnio

Mirar el techo
Reconocer el motor
Quién fue el último en llegar
Insomnio

Paciencia
Ya pasará
Un día sin pensarlo
Nos habremos ido

Insomnio 


20.6.13

103

Las palabras no fueros suficientes,
La claridad tampoco.
Autosuficiencia.
... Otra vez
Lugar común
Cobijarase en lo conocido
Frustración
Resguardo del dolor
Impotencia
Ser condescendiente 
... Cobardía.


102

Una montaña rusa. Los sentimientos, las emociones, las querencias es una montaña rusa. La curva de la vida también es una montaña rusa. 

///

Estirar la liga es mi deporte favorito. 
Un nudo oprime mi plexo solar.
La voz no es suficiente.
Llorar cien años.
Hoyos negros
Vacíos 
Lagunas
Dónde me perdí?

///

Concupiscencia

18.6.13

101

Vista: copa del árbol
Actividad: reposo
Nada que declarar
La vida es una contemplación perpetua

100

100
Cien
100
Cien

Ayer hice cien días de sabático y se me olvidó escribir.

Cómo pueden pasar los días y olvidarnos de en qué día vivimos? Es una noción occidental del tiempo que nos rige como autómatas. Quisiera desapegarme del tiempo, dejar de contar, pero no puedo. Mi mente va más rápido. Soy una obsesiva del pensamiento y del hacer. He encontrado en el contar un cierto letargo y aún así se me olvida escribir.

100
Cien
100
Cien

Han sido días maravillosos.

16.6.13

Día 99

Recién nos recostamos y como es ritual estábamos revisando las últimas noticias en el Facebook, Twitter, guats up, etc. Un vistazo antes de dormir por si se nos va alguna noticia importante que no pueda esperar al otro día para ser leída. En eso estábamos, como todas las noches, cuando la habitación brinca. Primero pensé que estaba soñando, después que una bomba había explotado cerca, pero no había escuchado nada, finalmente que alguien me había jalado de los pies. Como cuando niña te asustan diciendo que si no te vas a dormir temprano vendrá el mounstro a jalarte los pies. Estaba en una retahíla de hipótesis y el jaloneo no terminaba. Votamos los celulares, nos volteamos a ver.
-esta temblando, dije.
-qué hacemos dijo M.
-vestirnos y salir, le conteste.
Hicimos lo que pudimos en el menor tiempo posible mientras las paredes tronaban y el espanta-espíritus del comedor trinaba.
Salimos a la jardinera. El temblor paró pero mis piernas seguían temblando. Traje conmigo el celular y pronto empecé a localizar a la familia. Todo en orden. Sólo el susto. Nos quedamos un rato más afuera. El cielo se ilumino con un relámpago silencio. Los perros dejaron de ladrar. 
Regresamos a la cama. Prendí la tele. No encontré noticias. Busque en fb y Twitter,      todxs escribían sobre el temblor a manera de reporte. Algunos empezaban a hacer chistes. Otros comparaban el temblor del 85 con éste. Si la memoria no me engaña éste lo sentí peor. Me asusté. Cuando creía que quien vive en la Ciudad de México debe acostumbrase a los temblores, una sacudida como ésta evidencia mi necedad. No te puedes acostumbrar a un temblor. Mucho menos si es trepidatorio.

15.6.13

Día 98

Cuántas personalidades podemos tener? Cuántas conocemos o nos conocen o aprendemos o desarrollamos? Algunas nos gustan más que otras quizá porque es la más cool o la más erudita o la más compasiva. A la vieja loca que habita en la azotea de la cabeza la desconozco, la niego, la reprimo, pero deambula todo el tiempo. Observa, gruñe, llora, grita. La vieja loca traduce lo que le acomoda. No tiene miramientos ni compasión. A veces quiero desterrarla, sobre todo cuando se apodera de mí como un exorcismo cegador. Me asusta. Me asusto. En un segundo un hoyo negro donde todo puede pasar, pero que seguramente no querré recordar ni asumir ni explicar. Llegado ese punto es mejor a la vieja loca que también soy yo.

Día 97

Rocé mis labios con el dedo gordo de la mano. Regresión. Volví a sentir placer. Un placer infantil. Un placer prohibido. No me había pasado antes. No es la misma sensación de rozar los labios con otros labios u otros dedos. Esta vez fue una regresión a ese lugar de confort infantil. Un lugar donde por muchos años, y a pesar de varios intentos de mis padres para impedirme chupar el dedo, encontré seguridad. De un día a otro lo dejé de hacer sin motivos ni explicaciones. Sólo quedaron las secuelas: dedos largos y aplanados en ambas manos. Las secuelas de la ansiedad, del miedo, de ja inseguridad, posiblemente de la separación o del abandono. Esa fijación infantil oral seguramente la suplí con otras fijaciones, obsesiones o inseguridades. Indagar me resulta ocioso. Me sorprende que mi cuerpo tenga esa memoria. Un recuerdo que la razón de negó a aceptar.

///

Cuerpo desnudo
Radiografía de la memoria
Posición fetal
En cuatro extremidades

Masaje

Caderas deslocadas
Rodillas juntas y rotadas
Espalda ancha
Omoplatos constreñidos

Masaje

Dicen que el cuerpo 
tiene memoria
Dicen que se debe
liberar energía  
Dicen que el cuerpo
reconoce las heridas

Masaje

Bombardeo de imágenes
Una película silenciosa
Recuerdos distantes
Reencuentros 

13.6.13

Día 96

Una amiga de la India que conocí en Tijuana me envió un poema. Un poema escrito en sus cuatro lenguas. Cuántas lenguas tenemos? Cuántas formas de leernos, de describirnos, de escribirnos? Lo que lamento es no poder leerla en las cuatro. Me gustaría ser poliglota pero hasta ahora solo domino mi lengua materna, las impostadas me resuenan en la cabeza. El poema habla de las lenguas que uno aprende, que nos identifican, con las que nos identificamos por los lugares a los que vamos, en los que estamos, en los lugares de afección y aflicción. Derrida tiene un texto maravillo sobre la lengua materna, sobre esa lengua que nos condiciona pero que no es nuestra esencia. Dice que solo tenemos una lengua y esa lengua no es la nuestra. Quizá por el discurso en sí tampoco nos pertenece, solo nos construye o lo construimos socialmente. El poema termina "en esta esquina hablo muchos idiomas". En la esquina de México es verdad que se hablan muchos idiomas, muchas lenguas, casi todas están de paso.

///

A
G
O
B
I
O
me llené de trabajo
trabajo voluntario
trabajo creativo
trabajo a fin de cuentas

A
G
O
B
I
O
es curioso que quien escribe
ahora debe pagar para que lo publiquen
es curioso que quien escribe
quiera pagar para ser leído

A
G
O
B
I
O
es curioso
no tengo carro
ni casa
ni deudas
pero estoy pensando
en pedir al banco
para pagar mis libros
vale la pena?

A
G
O
B
I
O
la dicha
la creación
la libertad
también agobian.

Día 95

sobre los amantes
se ha escrito mucho
Sabines lo hizo
con astucia 

los amantes de Sabines
se hicieron populares
como deben ser
los encuentros 
entre amantes

No hay cliches 
en los encuentros efímeros
da igual si es un hotel
de paso
o la cama de diario

Los amantes se funden
cuando se encuentran
o cuando se reencuentran
Se aman 
o se desean

Sobro los amantes
se ha escrito mucho
y aun así
nada es suficiente
para aseverar
la intensidad
de quienes se aman
o dicen amarse.

Día 94

Escribo con retraso y retardo
La ciudad me complica
La rutina se difumina
Escribo con prisa
Sin pensar
Sin sentir
que no es igual
a sin sentido

La ciudad me come
el tiempo me paraliza
los días se diluyen
La ciudad no es compasiva

Escribo con retraso
la ciudad no da tregua
sorbo cafe con apuro
salgo corriendo
escribo a cuenta gotas

Pienso por la mañana
en la agenda del día
no tengo
aun así no me alcanza
el tiempo

sorbo un cafe
ya está frío
escribo con retardo
la ciudad no descansa.

10.6.13

Día 93

La insoportable levedad de no estar. Quise para frasear a Milan Kundera. Aunque nunca he entendido el título de su novela... Qué significa la insoportable levedad? Una oración cualquiera. Un título rimbombante. Un estado del ser. Parafraseo. Juego con el lenguaje. Del ser al no estar. Cuál es la diferencia?

///

Monógama serial: dicese de las personas que han aprendido a abandonar por imposibilidad las relaciones sentimentales. Imposibilidad de construir relaciones duraderas debido a traumas de la infancia. El monógamo serial abandona sin miramientos porque está acostumbrado a que la pérdida no duele y prefiere separarse antes de ser separado o privado del amor. Su único aliciente es que encontrará otra persona para empezar de nuevo el ritual del enamoramiento. Quizá la etapa del enamoramiento es con la que más se identifica. El monógamo serial se vuelve cínico con el tiempo pero no mitiga su desasosiego de poder estar en-pareja.

///

Hablemos de lo que nos gusta. Quizá podamos recomenzar. 

///

La insoportable levedad de no estar. O lo que es igual a armar nuevamente el rompecabezas tratando de dejar fuera las piezas que se han perdido en la batalla. No es necesario arrastrar los recuerdos. La memoria es una trampa de la levedad del ser.

Día 92

Amaneció lloviendo
Un cliché 
Leer en cama
Contemplar la lluvia
Por la ventana.

Un café
Un libro de cuentos
Retratos de migrantes
Narrador omnisciente
Diegesis masculina

Amaneció lloviendo
No salí de la cama
Pasadas las doce
Un domingo cualquiera

Lectura posesiva
Cuentos de migrantes
Mirada masculina
Oraciones cortas
Sin imágenes
Sólo desasosiego

Mientras leía
Pensaba en Herta Müller
Octavio paz
Franz Kafka
Disfruto las oraciones cortas
Las narraciones precisas
Las imágenes simples

Amaneció lloviendo
Me cobije en la almohada
Bebí café
Un cliché
Un domingo cualquiera 

8.6.13

Día 91

De niña usaba botas ortopédicas, según tenía el pie plano. Ahora tengo un arco demasiado pronunciado, la cadera chueca y camino como gallina patuleca. De ahí el nombre de este blog. Afortunadamente nunca me obligaron a caminar como modelo ni a comportarme como una señorita. Todo lo contrario. Desde qué conocí la calle a los siete años aprendí a vivir fuera de casa, en un sentido figurativo, porque a dormir siempre llegaba. Las botas ortopédicas las dejé al poco tiempo, pero se volvieron una obsesión. Mis zapatos favoritos son las botas cortas, tipo botín, junto con los pantalones de mezclilla. Ni faldas ni vestidos, mucho menos zapatos de tacón. La calle no es para andar arreglada, sino cómoda, sobre todo cuando el reto es un partido de fútbol o unas carreras en bici. Me hice mayor, deje la calle o esa calle de infancia y me dediqué a recorrer otras, en otros países, en otros barrios, en otras ciudades. Conservo la fijación por la botas, también  por los pantalones de mezclilla y por la calle aunque a veces me gustaría quedarme en casa.

///

Dicen que el cuerpo guarda los golpes, las frustraciones, los traumas, también las alegrías, las pasiones, los deseos. Los secretos mejor guardados incluso de nosotros mismos. Cuando te conocí me dijiste que sabías leer el cuerpo. Dudé. Ahora siento que este cuerpo, mi cuerpo, apenas lo empiezo a recorrer y es cierto que ha guardado demasiada información. Alguna innecesaria, otra a cuentagotas. La mayor parte a manera de juego de memoria. Algún día emparejaré cada una de las piezas?

Día 90

Tres meses de sabático.

///

La vida sorprende. 
El tiempo es sabio cuando se toman decisiones sabias sin resentimientos ni envidias ni recelos.
O lo que es igual a no nadar cuando el río está agitado como dicen los budistas.

///

Es curioso como con el paso de los años, de las experiencias, de los fracasos, de los triunfos, nos vamos curtiendo. Lo que antes dolía hasta el tuétano, ahora sólo molesta. El dolor ya es un viejo conocido, la recuperación también. Con el paso del tiempo perdemos miedos, ganamos otros. A veces dejamos de sorprendernos o nos volvemos excepticos. Lo cierto es que sin esperarlo, sin desearlo, la vida es un como un juego de escaleras y serpientes. Un atajo es un pensamiento, una acción, una pérdida. Hoy escaloné dos pisos o más sin esperarlo, sin desearlo. Sólo por el mero gusto de hacer lo que me place y en lo que creo. La vida no deja de sorprenderme a diario.


Día 89

Llegó el taxi. Temprana la hora para salir de casa pero ya había quedado de visitar a unos amigos. Iba sin bañarme y en ropa deportiva. 
-A dónde la llevo. 
-A la colonia el reloj. 
-Va al Asturiano?
-Cómo lo sabe? 
-Por la ropa.
Me pareció obvio pero sin sentido. No es tan evidente en una ciudad tan grande. Ya ha llevado a otros clientesss, le pregunté. Hice énfasis en la palabra clientes y me sentí como si yo misma tuviera algunos. No me contestó. Seguimos avanzando por la Conchita. A esa hora el tráfico va a vuelta de rueda. Ese afán de las madres de dejar a sus hijos enfrente de la escuela.
-le iba a decir que tomáramos otra ruta, me digo el taxista viéndome por el retrovisor.
-pensé que no habría tráfico, siempre salgo más temprano, le contesté al momento que hacia cuentas de cuándo había sido última vez que pasé por ahí antes de las siete de la mañana. Varios meses ya de eso.
Estaba en ello. Pensando que le había mentido cuando el taxista me dice que lleva más de catorce horas trabajando. Lo veo intrigada, primero por mi seguridad, sólo espero que no se quede dormido en el trayecto. Después por un acto humanitario. Catorce horas manejando y de noche! Le empiezo a hacer preguntas sobre la motivación de trabajar tantas horas y me cuenta casi todo su vida. Un joven típico mexicano que se sacrifica por sacar adelante a su familia y darle a sus hijos lo que el no tuvo o no le dieron. Me contó de su casa, de sus ambiciones, de sus deudas. Mientras lo escuchaba pensaba en mí, en lo que no tengo, en lo que me he gastado. En que no se cuándo podría  comprarme una casa, pero que por ahora tampoco me interesa. Mientras iba platicando se escuchaba cada vez más orgullosos de su hazaña de haber cumplido con el deber ser. Nos acercábamos a mi destino y empezaba a dudar de sus motivaciones y quería preguntarle si la finta de joven honesto, abnegado, responsable y trabajador le funciona para conquistar clientas. Me quedé con la duda pero no pude evitar despedirme en tono burlón diciéndole "buen día, eres un buen muchacho, tu esposa te ha de admirar mucho".

5.6.13

Día 88

A
G
U
A

Mi elemento es AIRE
Mi animal TIGRE
Mi planeta VENUS

A
G
U
A

No creo en las coincidencias
Tampoco en los zodiacos
Aunque nunca está de más leerlos

A
G
U
A

Navegar en la alberca
Dejar de respirar
Alterar la gravedad

A
G
U
A

Peso muerto
Cuerpo amorfo
Metros cúbicos

A
G
U
A

Si mi elemento es AIRE
Por qué me siento más afable en el AGUA
e incapaz de tocar TIERRA.

A
G
U
A

y el FUEGO?
Acaso debemos pensar los elementos en cuadrado?
No podemos ser triángulos?




Día 87

Me subí al taxi y le dije al chofer que si me esperaba afuera del mercado de Coyoacan mientras iba por fruta y luego me dejaba en mi casa. El taxista contestó, con tono de ofensa, un rotundo NO. Me quedé estupefacta y no supe qué hacer. Afortunadamente preguntó "si quiere la dejo sólo en el mercado". Pensé unos segundos mientras el semáforo cambiaba de color y le contesté que no, que necesitaba el servicio completo. Me bajé del taxi desconcertada.
Le di unas mordidas más a la manzana que traía en la mano mientras pensaba en las opciones por las cuales el taxista me había dicho que no.
Dejé pasar un par de taxis más y le hice la parada a otro. Subí al carro e hice la misma pregunta. El chofer me dio un no dubitativo. Aproveché su indecisión y me apresuré a decirle, le dejo mi tapete de yoga en comodato. Aceptó. Hasta ese momento no había atinado a entender porqué el otro taxista se había ofendido por mi solicitud. El chofer en curso me dijo que seguido les pasa: "así nos dicen y nunca regresan". Inmediatamente me cayó el veinte. Que difícil es comportarse honestamente en un mundo de injusticias, hasta parece que peco de inocente.

///

Volví a armar mi rutina de hacer ejercicio. Una rutina que me regresa a mi realidad citadina. Ahora con otra mirada. Me sorprendo a veces de mi actitud frente al mundo. Eso es estar de sabático: sin horarios, sin prisa, sin esperar el tiempo libre. Dormir, leer, nadar, comer, beber, escribir. A eso se reduce mi rutina cotidiana. Que felicidad. Definitivamente no es una rutina productiva, pero seguramente a nadie le interesa. Casi siempre pensamos en darles gusto a los otros pero los otros no están pensando en nosotros. Es una ilusión de vivir en sociedad. Así que a disfrutar del sabático. Estoy convencida que si toda la gente económicamente activa tuviera sabáticos este mundo sería más compasivo.

4.6.13

Día 86

No entiendo las necesidades humanas. No entiendo porqué somos tan testarudos. Repetimos los mismos errores una y otra vez. Replicamos las fórmulas de estar sin estar en el mundo, en la vida, en la existencia. Nos contradecimos constantemente bajo el abanderamiento de una falsa libertad. Qué es el respeto? Dejar al otro hacer y ser sin condición alguna. No existe una condición pura. Condición en ambos sentidos: estar en el mundo y oponer al otro resistencia. Creer que podemos ser libres en sociedad es una utopía si se piensa en la libertad como la voluntad creadora. Quizá la libertad está dada pero eso no significa que todos seamos aptos para gozarla. 

///

Pasan los años y dudo más de las relaciones. Los encuentros efímeros me parecen encantadores porque sorprenden cuando la resistencia a creer en algo se revienta. Nos hacen creer y creemos que las relaciones son duraderas. Lo dudo. Las relaciones nos condicionan. 

///

La soledad es un engaño. Nunca se está solo. La soledad es la falsedad del capitalismo tardío. Es un imaginario del beneplácito de la frustración y de la negación de esa forma de vida que nos impone la sociedad a seguir. Y la comunidad? Y la tribu? Y los nómadas? Acaso ellos necesitan estar solos? Qué es estar solo? Qué es la soledad? Aislarnos es justo lo que nos hace indiferentes no sólo de nuestra propia condición sino de los discursos que nos performatean.

2.6.13

Día 85

Hoy amanecí en una casa que no es mi casa pero que es la casa de quien en casa hemos aprendido a estar. Esta es su casa y en esta casa se duerme mientras los pájaros trinan y la gata espera. 

///

Escribir es dibujar las sensaciones, los espasmos de felicidad o de tristeza. Escribir los recuerdos, las imágenes. Escribir es contemplar el tiempo y el espacio en una dimensión que sólo existe en mi mente. Un lugar desconocido incluso para quien escribe.

Día 84

Las hormonas empiezan a causar estragos en mi personalidad. Un día soy una neurótica controladora, aprehensiva, posesiva que además me da pena hasta verme en el espejo del ridículo que estoy haciendo. Al otro me desafano de mis conquistas y de mis miedos del día anterior sin pena y con mucha gloria. Qué cambió? La regla. No la de medir. Sino la que rige mi ciclo hormonal. 28 días. Ahora debo recordar y estar atenta cada 28 días de mi humor. Antes no importaba, sólo había que llevar la cuenta para no manchar el pants blanco de la secundaria. Ahora hay que estar atenta de no volverse loca cada 28 días.

///

Me gusta cuando la gente que va a mi casa se siente como en su casa.

///

La clavadez de los activistas me llena de ilusión pero me agota. Cuántas vicisitudes. Definitivamente hay gente para todo. Lo mío es contemplar.

Día 83

Voy retrasada con la escritura. La ciudad me cuesta. Me distrae. A veces me enfada. Voy retrasada. La ciudad me acorrala.

///

De niña me rompí el tobillo cuando quise detener un juego giratorio. Obviamente el juego no se detuvo pero mi tobillo se fracturó. Arrastré el hieso que cubría mi pierna hasta la altura de la ingle durante unos meses y con afable atención de mi abuela y mi madre hasta pude chapotear en el mar con la pierna bien derechita por la imposibilidad de flexionarla. Cosas que hace una de niña sin temor ni prejuicios. Con la inocencia o la determinación del arrojo, quizá de la sobrevivencia. 

///

Una muñeca de trapo. Dejarse arropar. Hablar con ella. Una muñeca de trapo. Pedir atención. Una muñeca de trapo. Sentir calor. Una muñeca de trapo. Cobijar el alma. Un alma de niña que nunca entendió porqué la alejaron de su muñeca de trapo.