15.6.13

Día 98

Cuántas personalidades podemos tener? Cuántas conocemos o nos conocen o aprendemos o desarrollamos? Algunas nos gustan más que otras quizá porque es la más cool o la más erudita o la más compasiva. A la vieja loca que habita en la azotea de la cabeza la desconozco, la niego, la reprimo, pero deambula todo el tiempo. Observa, gruñe, llora, grita. La vieja loca traduce lo que le acomoda. No tiene miramientos ni compasión. A veces quiero desterrarla, sobre todo cuando se apodera de mí como un exorcismo cegador. Me asusta. Me asusto. En un segundo un hoyo negro donde todo puede pasar, pero que seguramente no querré recordar ni asumir ni explicar. Llegado ese punto es mejor a la vieja loca que también soy yo.

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