28.4.10

Ley SB 1070 = ausencia de políticas culturales en México + discriminación racial en Arizona

Estoy tratando de ordenar mis ideas para que lo siguiente que escriba no se lea como reproche, resentimiento, ni siquiera como indignación o enojo. Lo que pretendo es argumentar porqué no me sorprende la promulgación de la Ley SB1070 en el estado de Arizona (Estados Unidos) o porqué considero que es parte de la crónica de una legislación anunciada, tomando en  consideración una serie de hipótesis que he ido elucubrando en estos últimos años:

1) Clima de violencia que impera en la frontera México-Estados Unidos, una violencia institucionalizada por parte de los dos gobiernos que se ha salido de control del lado mexicano (tengo ciertas hipótesis al respecto pero no entraré en detalle).
2) Ausencia de políticas culturales que velen por la comunidad: del lado mexicano es claro que estamos atrasados varios años en establecer, desarrollar y fomentar no sólo relaciones transnacionales que no se limiten a lo económico, sino también modelos multiculturales con relaciones interculturales en donde los ciudadanos tengan la opción de decidir sobre su propio camino y puedan contar con el apoyo de las instituciones gubernamentales (cosa que tampoco va a ocurrir y también tengo mis hipótesis) para hacer valer sus decisiones. Del lado estadounidense no se presenta dicho retraso, incluso están a la vanguardia a nivel teórico-académico, pero a ciertos gobernantes (y ciudadanos conservadores) no les interesa empezar a plantear políticas de "reconocimiento" de los otros que están fuera de su territorio ni de los ilegales (cualquiera que éstos sean).
3) Motivaciones electorales que se empiezan a hacer patentes en los gobernadores estadounidenses que van tras la elección o reelección en noviembre de este año (como sucede con  Jan Bewer o John McCain).
4) Desmotivaciones electorales ya que en México se aproximan las elecciones para gobernadores en diferentes estados del país que tienen ocupados, por no decir distraidos, a nuestros gobernantes. Es claro que el 2011 es el escalafón para ocupar la presidencia del país en el 2012.
5) Ausencia de influencia política (political clout) por parte de la comunidad mexicana asentada en Estados Unidos (en general y en particular en Arizona) debido a dos situaciones: 1) Es un mito que la mano de obra mexicana sea "necesaria". Lo fue durante la segunda guerra mundial, pero desde hace un par de décadas esta situación empezó a cambiar principalmente por dos factores: migración de otras comunidades (principlamente asiáticas) con mayor nivel educativo a Estados Unidos; falta de preparación en general (principalmente científica y tecnológica ) de los migrantes mexicanos. 2) La sociedad mexicana no se distingue por ser políticamente organizada ni por establecer estrategias claras de empoderamiento político; de tal suerte, esta ausencia de esquemas de participación social repercuten en un merma política tanto en México como en Estados Unidos.

Después de hacer mi lista me quedo con la duda de cuáles son solamente pretextos y cuáles son problemáticas reales que no se van a resolver en el corto plazo. Desde mi perspectiva, el punto uno, tres y cuatro son simple y sencillamente pretextos para emplear la fuerza o la discriminación racial (racial profiling) en contra de cualquier migrante (legal o ilegal). El punto uno, sin embargo, es un problema que se debe afrontar con programas que contrarresten no sólo la ola de violencia sino también el narcotráfico (de uso y consumo de drogas ni hablamos por ahora). Los puntos dos y cinco aluden a las problemáticas reales que se deben analizar, cuestionar para posteriormente desarrollar posibles soluciones metodológicas que beneficien a las comunidades a través de su propio empoderamiento político. Si este trabajo no se hace desde las bases, en conjunto con la academias (si es que les interesa), podemos seguir esperando sentados a que los gobiernos de ambos países hagan el trabajo por nosotros y podemos seguir observando como las leyes antiimigrantes no sólo aumentan sino también se recrudecen.



3.4.10

Cambio de estretegia

Hace un par de meses decidí participar en un congreso organizado por la American Comparative Literature Association (ACLA) porque en ese momento me econtraba realmente confundida con el camino que debía seguir mi investigación (todavía lo estoy), entonces se me ocurrió la "brillante" idea de que al participar en un congreso de este tipo (claro, era otra la idea que tenía del congreso) podría conocer gente que me ayudara a esclarecer mis dudas y/o que le interesara mi proyecto para, pensando en un futuro cercano, hacer una estancia de investigación en alguna universidad del país vecino. Sin embargo, al plantearme este pensamiento práctico e incluso egocéntrico, dejé afuera otros factores importantes que he podido observar a lo largo de los días que llevo participando en el congreso. Uno de esos factores es evidentemente la diferencia cultural entre el discursos dominate-dominado, sobre todo en función de los que son de allá (EUA) y los que somos de acá (México o cualquier otro país de Latinoamérica, Africa, Medio Oriente...). Una situación absurda porque parte de mi hipotesis consiste en deconstruir las dicotomías, pero éstas, más que estar presente en el discuros de los teóricos mexicanos que viven en méxico (y demás países aludidos), están presentes inconscientemente en los teóricos (cualquiera que sea su nacionalidad) que viven en Estados Unidos. Es decir,  los académicos o estudiantes de universidades estadounidenses problematizan los objetos de estudio en función de la realidad estadounidense de una manera "universal", no "universable", desde donde la resolución del conflicto parece más sencilla de lo que es el conflicto en sí mismo. Evidentemente esta situación (parecida a la universalidad del idealismo-romanciticismo aleman) no debería generar ningún tipo de cuestionamiento si existieran esas mismas condiciones de "legalidad" que existen en Estados Unidos en el resto de los países, y si existieran ciertas condiciones poítico-económicas que mitigaran la pobreza y la explotación en el resto del mundo. Pero como no es así, entonces las diferencias se hacen más patentes porque, en principio, considero que los académicos estadounidenses están acelarando el curso natural de los conceptos tratando de transitar entre lo multicultural y lo cosmopolita en su propia geografía, dejando fuera a todo aquel que no se suba en el mismo tren, y no estoy muy segura que este sea el camino adecuado para establecer puentes entre culturas, a menos que no les interese estrechar ciertos vínculos. Por otro lado, la realidad política-económica-cultural de México (y en algunos otros países antes aludidos) no ayuda para resolver los problemas primarios que están relacionados con los derechos humanos, por lo que resulta prácticamente imposible establecer un dialogo académico en función de "nuestros" intereses y necesidades con teóricos estadounidenses. No sé si con los europeos suceda igual. De tal suerte, lo que puedo abstraer de lo poco que he observado en estos días es que no podemos trabajar juntos por ahora mientras las necesidades básicas no estén resuletas en México, pero sí podemos replantearnos la estrategia para empezar a producir conocimiento que beneficie a nuestra sociedad en aras de exponenciar el desarrollo social de nuestra comunidad, más queel intento de aproximarnos a la realidad universal-cosmopolita. No estoy planteando enarbolar un pensamiento local-nacional sobre lo global-mundial, sino un planteamiento epistemológico particular que coadyuve al cambio político-social.