Estoy tratando de ordenar mis ideas para que lo siguiente que escriba no se lea como reproche, resentimiento, ni siquiera como indignación o enojo. Lo que pretendo es argumentar porqué no me sorprende la promulgación de la Ley SB1070 en el estado de Arizona (Estados Unidos) o porqué considero que es parte de la crónica de una legislación anunciada, tomando en consideración una serie de hipótesis que he ido elucubrando en estos últimos años:
1) Clima de violencia que impera en la frontera México-Estados Unidos, una violencia institucionalizada por parte de los dos gobiernos que se ha salido de control del lado mexicano (tengo ciertas hipótesis al respecto pero no entraré en detalle).
2) Ausencia de políticas culturales que velen por la comunidad: del lado mexicano es claro que estamos atrasados varios años en establecer, desarrollar y fomentar no sólo relaciones transnacionales que no se limiten a lo económico, sino también modelos multiculturales con relaciones interculturales en donde los ciudadanos tengan la opción de decidir sobre su propio camino y puedan contar con el apoyo de las instituciones gubernamentales (cosa que tampoco va a ocurrir y también tengo mis hipótesis) para hacer valer sus decisiones. Del lado estadounidense no se presenta dicho retraso, incluso están a la vanguardia a nivel teórico-académico, pero a ciertos gobernantes (y ciudadanos conservadores) no les interesa empezar a plantear políticas de "reconocimiento" de los otros que están fuera de su territorio ni de los ilegales (cualquiera que éstos sean).
3) Motivaciones electorales que se empiezan a hacer patentes en los gobernadores estadounidenses que van tras la elección o reelección en noviembre de este año (como sucede con Jan Bewer o John McCain).
4) Desmotivaciones electorales ya que en México se aproximan las elecciones para gobernadores en diferentes estados del país que tienen ocupados, por no decir distraidos, a nuestros gobernantes. Es claro que el 2011 es el escalafón para ocupar la presidencia del país en el 2012.
5) Ausencia de influencia política (political clout) por parte de la comunidad mexicana asentada en Estados Unidos (en general y en particular en Arizona) debido a dos situaciones: 1) Es un mito que la mano de obra mexicana sea "necesaria". Lo fue durante la segunda guerra mundial, pero desde hace un par de décadas esta situación empezó a cambiar principalmente por dos factores: migración de otras comunidades (principlamente asiáticas) con mayor nivel educativo a Estados Unidos; falta de preparación en general (principalmente científica y tecnológica ) de los migrantes mexicanos. 2) La sociedad mexicana no se distingue por ser políticamente organizada ni por establecer estrategias claras de empoderamiento político; de tal suerte, esta ausencia de esquemas de participación social repercuten en un merma política tanto en México como en Estados Unidos.
Después de hacer mi lista me quedo con la duda de cuáles son solamente pretextos y cuáles son problemáticas reales que no se van a resolver en el corto plazo. Desde mi perspectiva, el punto uno, tres y cuatro son simple y sencillamente pretextos para emplear la fuerza o la discriminación racial (racial profiling) en contra de cualquier migrante (legal o ilegal). El punto uno, sin embargo, es un problema que se debe afrontar con programas que contrarresten no sólo la ola de violencia sino también el narcotráfico (de uso y consumo de drogas ni hablamos por ahora). Los puntos dos y cinco aluden a las problemáticas reales que se deben analizar, cuestionar para posteriormente desarrollar posibles soluciones metodológicas que beneficien a las comunidades a través de su propio empoderamiento político. Si este trabajo no se hace desde las bases, en conjunto con la academias (si es que les interesa), podemos seguir esperando sentados a que los gobiernos de ambos países hagan el trabajo por nosotros y podemos seguir observando como las leyes antiimigrantes no sólo aumentan sino también se recrudecen.
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