Decisiones

Los demonios de la libertad me acechan nuevamente. La seducción papalotea como un juego peligroso y sugerente. Incrédula asumí el deber ser como parte de mi originalidad. Falso. El deber ser sólo me permite vivir en sociedad y reconocer la alteridad. Sin ese candado moral sería una promiscua libertina combativa. Por el contrario, he decidido ser políticamente correcta.

Desdicha

El pensamiento abraza la noche que impávida se llevó el sueño. Reposar en la creatividad de las palabras ausentes de quienes se aman a pesar de la distancia. O es quizá a la distancia que se aman porque en la cercanía se repelen. Cuantos mitos alrededor de los quehaceres de la vida, cuanta desdicha circunscribe a los espíritus carentes de alegría. Cuán dichosos quienes libres se encuentran para decirse te amo. Una vez cada cien años dicen los budistas. Una vez cada cien años somos felices.

Chinelos

De niña me escondía atrás de mi madre cuando veía a los Chinelos, esos danzantes paganos asexuados con máscaras y vestimentas coloridas que brincan con cadencia y ritmo durante las festividades de carnaval. Mi madre me decía, ven, baila con ellos. Ufana me mantenía por miedo. No entendía por qué la fiesta, por qué la danza. De adulta me mantengo estoica en mis creencias. No me gustan los rituales, no me gustan las danzas. No me gustan los Chinelos, pero hoy me acordé de ellos.

Ausencia

Escucho la noche esperando poder verte. Llega el vecino, reconozco el ruido del motor, una combi con claxon de vaca. Escucho atentamente los carros esperando oír el tuyo. Un susurro, una palabra, un aliento. Nada. No te oigo. Hace tiempo que dejamos de escucharnos. 

La academia

Pretensiones, inseguridades, competencias se juntan para argumentar lo falaz. Amenazas de quién se asume inferior de principios pero con autoridad por obsesión. 

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 La academia tiene tantos candados y vacíos unipersonales que nos perdemos en el laberinto de la egoteca. Asegurar nuestro pequeño coto es la preocupación; lo demás es parte del sistema, algunos dirían neoliberal, otros viciado.

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El pensamiento crítico, el pensamiento humanista, el pensamiento por sí mismo es un bien de lujo, ya no hablemos del bien común que es una especie en extinción. Sin duda las universidades funcionan por la burocratizacion, por la explotación o por la buena voluntad. Afortunadamente todavía trabajo en una de las del tercer tipo, pero no sé por cuanto tiempo.

Un día en cama

Tomarse la vida tan en serio no vale la pena... Avanzamos tan lento como humanidad que un año de este gobierno pasa casi inadvertido, no así el costo social de la corrupción, desigualdad, mezquindad y falta de voluntad para cambiar...Paciencia 

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Si la paciencia no es suficiente entonces la homeopatía... Por remedios no paramos, que sean efectivos es lo que está en duda...