8.12.25

Aburrimiento

Me ha tomado tiempo reconocer 

abiertamente

mi aburrimiento

Pocas personas saben que cuando no tengo la disciplina de escribir

la escritura me aburre

y por ello prefiero pensar en lo que pudiera estar haciendo

sin necesariamente hacerlo

El aburrimiento es un estado mental

no una condición existencial

que potencializa la creatividad 

Cuando estoy aburrida me doy la oportunidad

de soñar, de imaginar, de desar

Sueño que pongo un café

Imagino que me puedo morir en cualquier momento

Deseo no tener que trabajar

El aburrimiento no distingue 

entre hacer y no hacer nada

Cuando estoy en modo aburrimiento

scrolleo infinitamente 

hasta que la pupila se dilata

Consumo contenido digital sin filtro

Automatizo los paseos de los perros

Hago de la rutina un hábito

El aburrimiento me permite desconectarme 

de la realidad que devora la exitencia

Nos han dicho que no debemos estar aburridos

Nunca he entendido cómo evitarlo

ni por qué debería no estar aburrida

La vida es aburrida

La existencia es aburrida

La gente es aburrida

¿Por qué yo no debería estar aburrida?

Cuando todo a mi alrededor está pensado para que sea aburrido

El capitalismo te obliga a ello

De otra forma no consumiríamos tanta basura

Ni tendríamos reparo por alquilarnos como mano de obra barata

Ni desearíamos un estatus que nunca alcanzaremos

El aburrimiento nos precariza

Pero solo cuando estoy aburrida

cuando toco esa existencia oscura 

es que puedo volver a la escritura





Abecedario

Escribo un abecedario

de la A a la Z

palabras

sustantivos

conceptos

categorías

experiencias

sentimientos

emociones

afectos

El acertijo de la semántica

es cíclica y asíncrónica 

a mis angustias

deseos

pasiones

Escribo un abecedario

porque he compuesto una autobiografía

con claves de existencia

de solvencia

de amor propio

De la A a la Z

escribo lo que resta 

de dicha

de vivida

Escribo un abecedario

a manera de rompecabezas

donde cada pieza es

en sí misma

un pedazo de mí misma

Referentes

Buscamos con quién identificarnos

Una tarea imposible en este siglo XXI

Alguien que nos haga sentir que no estamos en falta

Por ser mujer

Por ser lesbiana

Contrario a lo que la supuesta libertad capitalista nos ofrece

La visibilidad lésbica sigue siendo un tabú

Películas de amor heterosexuales y heteronormadas

Como si las lesbianas no amaramos

o tuvieramos prohibido amarnos en la pantalla grande

Cantantes que escriben sobre el amor entre mujeres

pero donde el género se difumina en las letras que componen

¿le habla a él o a ella? 

Futbolistas que cuesta arriba salen del closet

pero tener una familia se vuelve una exageración

para los seguidores que sin reparo ofenden 

por no seguir la regla

Marimacha o femenina

bisexual o queer

activa o pasiva

¿Cómo cogen las lesbianas?

cuando no existe un falo de por medio que de satisfacción

Ignorancia o malicia

Las lesbianas se rosan, se frontan, se masturban

¿Acaso eso es placer?

¿Acaso no responde a la gramática de la pornografía?

No hemos sabido cómo gestionar una semántica lésbica

Necesiatmoas referentes que se atrevan

No nos gusta ser las primeras

Preferimos esperar a que nos digan 

cómo ser

cómo amar

cómo desear

incluso cómo pensar

La valentía no es lo nuestro

y la rebeldía se reprime

Nos rebelamos contra el sistema

aunque deseamos que el sistema 

nos acepte

nos vea

nos reconozca

Al sistema no le importamos más que como marca registrada

LESBIANA

economía rosa

docíl

desechable

Necesitamos referentes que se atrevan

a vivir en el margen

sin sacrificar el deseo

sin sacrificarse a sí mismas



Iztapalapa

Una urbanización que creció en las faldas de los cerros

Una estrella a la que los creyentes se aferran

Una urbanización periférica

como tantas otras que conforman la zona metropolitana


El via crucis de millones de personas 

es salir a trabajar cada día sobre la serpiente dorada

La serpiente que se tragó la vida del pueblo originario 

para hacerse moderna


"De Iztapalpa para el mundo"

Si ya era famosa por sus fiestas patronales 

fue gracias a los Ángeles Azules

que se hizo mundialmente conocida


De azul no queda nada

Puro concreto sobre conceto

Iztapalapa le hace honor a su nombre en náhuatl

"lozas sobre el agua"


Adentrarse en sus entrañas es una travesía

Llevo veinte años trabjando en un rincón de Iztapalapa

en la frontera con Tlahuac

otra urbanización que se hizo moderna


El destino me botó allí

en el borde

al límite

en tierra de nadie


Informalidad

suciedad

abandono

desasosiego


En el trayecto observo la indolencia

de los habitantes que se ufanan por conqusitar la banqueta

para sacar el puesto

o acaparar el cruce de las vialidades para ganarse una moneda


La gente de a pie no reclama

el maltrato de quienes gobiernan con cinismo

aprovechan para beneficarse del abuso

"El que no transa no avanza"


Iztapalapa me desconcierta

me enfurece

me agobia

aún así entro y salgo cada día 







10.9.25

Repetición: el poder entrar y salir de la vida

El trabajo de análisis me ha dejado esta experiencia de la repetición. Enunciar el síntoma ha sido una práctica constante desde hace ya más de un lustro. Al principio no entendía nada, a veces pensaba que perdía el tiempo. Que la ansiedad no se iba. He sido ansiosa funcional muchos años de mi vida. Aprendí a convivir con ella. En algunos años la ansiedad se presentó en forma de ataques de pánico severos, en otros con taquicardias incontrolables. Ir a restaurantes, hacer fila, esperar me generaban no solo impaciencia, sino también angustia. Pero tenía mis antídotos, tomar un jugo azucarado, nunca una Coca-Cola. No tomar refresco fue una dieta que me impuse desde muy niña. Beberla era el síntoma de mucha enfermedad. Y yo no estaba enferma, solo tenía ansiedad. Pero la ansiedad se agravó con la muerte de mi hermano y se juntó con la depresión. No entendía nada, lo que había podido controlar se me escapaba de las manos, la vida misma entró en un bucle a veces oscuro, otras difuminado. Solo sentía tristeza, dolor y mucha ansiedad. En cada sesión de análisis repetía en diferente intensidad, con distinta convicción lo mismo que escribo ahora. El cuerpo habla, eso es innegable. Habla porque se alimenta del sujeto de lenguaje. El lenguaje afectivo. Un lenguaje que se basa en la repetición. La repetición de lo que está mal, de lo que está bien, de lo que eres, de lo que no eres, de lo que quieres ser y no puedes. Un círculo vicicoso. Yo sabía que no quería sentir ansiedad y me aislaba para no tener episodios de pánico. Después me molestaba conmigo misma por no lograr acomodar lo que sentía con mi vida. Una vida que estaba ya muy lejos de lo que recordaba, de la alegría, libertad y voluntad que había experimentado en el pasado. Me convertí en una autómata funcional. Dejé de sentir y ese fue mi goce con tal de no sentir ansiedad. Cada semana en el análisis repetía lo mismo hasta que el síntoma paulatinamente fue cediendo. La puerta giratoria del síntoma es irreconciliable con la repetición. Sales y entras, sales y entras, no te das cuenta, hasta que te das cuenta. Algunos dicen que solo es necesario parar la mente. No es tan fácil cuando el cuerpo siente, llama, llora, sufre. Sufre el sujeto de lenguaje al que le impusieron una identidad, la que no es suya, la que nunca lo fue y nunca lo será. Repetir es poder entrar y salir de la vida. La vida del sujeto de lenguaje que repite el síntoma que habita su cuerpo. Vivir nunca es sencillo, pero ahora sé que se puede decidir entrar o salir por la puerta giratoria del goce.