14.5.14

El ego, la envidia y la pereza

I El ego

Suben al estrado del poder quienes afirman con devoción que el autoritarismo de los otros ha impedido el avance del proyecto educativo.
 Quienes se ufanan de la victoria de ser serviles acompañantes de un nuevo rector en un trayecto por recorrer denostan desde su ignorancia a la comunidad que antes los ha visto actuar con ego y sin compasión. 
Suben al estrado del poder quienes opacan con diatribas retóricas un noble proyecto y a una comunidad ansiosa de salir adelante de los conflictos de sus seudo dirigentes.

II La envidia

Estos seudo dirigentes que se ufanan de sus artes políticas son simples politiqueros que sin gracia y con envidia usan las huestes estudiantiles para recuperar su energía perdida. 
La inteligencia, como la sabiduría son un don, la envidia es lugar común. 
Con arrebatos panfletarios de demagogia teórica sólo encubren su falta de capacidad para construir comunidad porque no alcanzan a reconocer que alguien distinto a ellos pueda tener buenas intenciones. 
El León creé que todos son de su condición.

III La pereza

Lo que no saben es que el discurso panfletario que se hace desde la comodidad del hogar no es suficiente para acallar las voces de los insurrectos, también hay que trabajar jornadas largas a las que quizá no estén acostumbrados. Ojalá esos que ahora se ufanan de su victoria (sin haber hecho nada más que difamar al otro) ocupen esa silla que seguramente les quedará grande y prefieran volver a escribir sin dar la cara en la comodidad de sus casas.

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