En la primera sesión encontré muchas caras conocidas, mujeres que hace veinte años veía en los antros y hoy vuelvo a ver en tinder; conocidas de conocidas y otras no tan conocidas pero que seguramente me gustaría conocer.
Hoy en una conferencia donde nos cuestionaban los retos que enfrentan los jóvenes, el ponente de mi izquierda (que de izquierda no tenía nada), decía que no entendía a los jóvenes que se la pasan en tinder buscando pareja. Creo que esta reacción es una irreflexiva argumentación colectiva, donde pocos aceptan abiertamente que usan el tinder, como en su momento pocos aceptamos haber tomado ansioliticos, a pesar de que es más común de lo que parece.
El para qué usas tinder u otras aplicaciones de contacto depende de que necesitas del otro. Quizá una pareja, quizá solo sexo, quizá solo amigos o quizá estás aburrido o todas las anteriores. Algunas lo tienen más claro y no ponen nada en su perfil, otras no tanto y escriben textualmente "si buscas sexo dale a la izquierda" (en la aplicación la izquierda es sinónimo de "no me gusta", simbolizada con una tremenda ❌, como en la cataficcia de Chabelo), pero sus fotos indican todo lo contrario. Total, cuando pensaba en mi "slogan" de perfil pensaba también en lo que necesito en estos momentos. Llegué a dos conclusiones: 1) necesito aquello que se ha vuelto tedioso de proveerme, el sexo. Una cosa es no tener prurito en aceptar la masturbación como una forma de experimentar placer y liberar energía sexual, y otra muy distinta es sentir el contacto de la piel, un abrazo apasionado o un beso cachondo. 2) aceptar que solo quiero "pasarla bien". Esta conclusión me hizo aún más feliz porque también me di cuenta que para asumir en estos momentos de mi vida que solo quiero sentir placer con desconocidos es gracias a que tengo cubiertas el resto de mis necesidades (de autonomía personal, laboral y principalmente emocional); es decir, una apuesta ontologica, que de original no tiene nada, ya los griegos lo sabían, que consiste en compartir aquello que da placer, una afirmación muy distinta a esperar-buscar que otras personas me den placer. Desafortunadamente en nuestra cultura esto no es así de evidente y creo que tendré poco éxito en mi encomienda. Aun así ha sido liberador reconocer que por ahora solo quiero pasarla bien (sola o acompañada).
Pd. Tinder no es para mí. Di de baja mi perfil a la semana y volví a lo tradicional: una mirada, una sonrisa... Solo pasarla bien sin afán de simular nada.
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