Lo primero que tengo que decir es que dejé de escribir porque una querida amiga regresando de mi viaje me dijo en una comida que ya me había leído todo, que le contara algo diferente... Asombrada abrí los ojos con mirada de pistola que atravesaba su sonrisa y pensé que lo que había escrito durante mi año sabático era una probada del esto... Pero quizá me engañaba un poco. Durante esos meses escribí obsesivamente y luego me percaté, lo cual agradezco, que la gente me lee, y que por lo mismo quieren que les cuente otras aventuras. Me pasó recién en una clase donde estaba narrando mis anécdotas y un estudiante me dijo "ah sí, como dices en tu blog"... Nuevamente miranda de pistola, pero esta vez no me inhibí y seguí narrando. Total, después de esa comida y conociendo mi poca elocuencia oral (enunciativa para que no se preste a malas interpretaciones) decidí que todo lo iba a decir con la palabra hablada. He sido un poco un fracaso en esta encomienda, salvo en las clases, donde el performance de mí misma se me da muy bien. Fuera de ahí soy bastante peresoza, incluso cuando se trata de ligar.
Eso me lleva al siguiente momento. En cuanto regresé decidí dar fin a mi celibato. Ascetismo dice mi terapeuta y creo que es más general e involucra muchos tareas pendientes a resolver o por lo menos a reflexionar durante meses de contemplación... Rauda y veloz, una vez en tierra mexica me puse en marcha... Que mejor espacio virtual que tinder para conocer posibles amantes (sí, y sé que en otro momento despepité contra tinder en este mismo espacio... Es de sábias equivocarse). Colgué mis mejores fotos, un slogan simpático e interesante y mucha paciencia. Dispuesta a todo y contrario a la vez anterior a todas (o casi todas) les di ✅. A los días ya tenía conversiones varias y una que otra me empezaba a interesar un poco más. A la semana quedé con una que ahora es mi novia, aunque a ella le da pena que lo diga en voz alta.
Obvio todo este proceso de conquista y seducción ameritaba usar mi creatividad en otros espacios que no fuera éste.
El tercer factor de mis meses de ausencia se vincula a su vez con el anterior, además de dedicarme al arte de la seducción posmoderna, también me di a la tarea de escribir un libro. Terminé fundida del cerebro. Si no había sido suficiente con lo que había escrito aquí durante meses, muchas veces bajo presión para no perder ningún detalle, también decidí en dos meses terminar un documento para entregarlo a un concurso... Ahora estoy en espera de los resultados, mucho más relajada y con mucha verborrea acumulada... De ahí que haya decidió volver a la escritura creativa, a este espacio lúdico y quizá en algún momento posterior pueda dejar de ir a terapia...
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