Un día de esos

Después de varias semanas de perder piso hoy regreso a mi centro, que complicado y sencillo es saberse fuera de sí sin atentar contra la integridad propia. Después de meses en el anonimato una ráfaga de referentes apabullaron mi ensimismamiento. La gota que derramo el vaso fue la presentación del libro, pensé que lo disfrutaría pero fue todo lo contrario. Reafirmo que me gusta el anonimato, el perfil bajo. Se avecinan cambios y una oleada de aprendizajes diversos. Gané una elección a un puesto de confianza por mayoría...qué significa eso y qué repercusiones tendrá es una incógnita que tendré que dilucidar día a día. Sólo pido que la humildad, la paciencia y la sabiduría se conviertan en mis consejeras de cabecera.