Para contrarrestar mi "hermetismo", como me reclamaron en algún momento, conservé mi cuenta en Twitter y en insragram; ahora que regreso al fb observo que estoy fuera de condición. Al poco rato me abrumé y me dieron unas ganas de cerrar definitivamente mi cuenta.
Leo esto que escribo y me parece muy banal mi reflexión, pero no lo es tanto: varios fenómenos ocurren simultáneamente con el uso de las redes sociales que son tan imperceptibles para quienes están adentro pero tan evidentes para quienes por azar decidimos tomar un respiro.
No los voy a enumerar, seguramente ya deben existir tesis sobre "la influencia de las redes sociales en el comportamiento y las actitudes de las personas que los usan" o algo similar. Lo cierto es que al no estar en fb uno vive como robinson crusoe. Tenemos nuestro viernes, que puede ser Twitter o instagram, pero nunca llegamos a intimar tanto con ese otro virtual como se hace en fb. Se me olvidaba que la idea es escribir hasta los pensamientos y las actividades más insignificantes... Quizá como lo hago yo en este mismo espacio... Bendito el fb que nos hace menos anónimos.
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