2.6.13

Día 83

Voy retrasada con la escritura. La ciudad me cuesta. Me distrae. A veces me enfada. Voy retrasada. La ciudad me acorrala.

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De niña me rompí el tobillo cuando quise detener un juego giratorio. Obviamente el juego no se detuvo pero mi tobillo se fracturó. Arrastré el hieso que cubría mi pierna hasta la altura de la ingle durante unos meses y con afable atención de mi abuela y mi madre hasta pude chapotear en el mar con la pierna bien derechita por la imposibilidad de flexionarla. Cosas que hace una de niña sin temor ni prejuicios. Con la inocencia o la determinación del arrojo, quizá de la sobrevivencia. 

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Una muñeca de trapo. Dejarse arropar. Hablar con ella. Una muñeca de trapo. Pedir atención. Una muñeca de trapo. Sentir calor. Una muñeca de trapo. Cobijar el alma. Un alma de niña que nunca entendió porqué la alejaron de su muñeca de trapo.

30.5.13

Día 82

Terapia. Terapia. Terapia. Como si todo se resolviera con terapia. Qué hace la gente que no puede pagar una terapia? Que hace la gente que no tiene tiempo para hacer ejercicio? Será que la depresión, la tristeza, la desesperanza es un mal que aqueja a la clase media burguesa que le sobra el tiempo para pensar en las varias terapias que debe tomar para tratar de ser feliz y le falta el dinero para saciar sus enfermedades mentales con el hábito de ir de compras?Terapia. Terapia. Terapia. He dejado de creer. Ya no me interesa ni el budismo ni el reiki ni la natación y mucho menos la terapia. 

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He decidido volverme cínica 
Llevarlo al pie de la letra
Como casi todo lo que he hecho
Con rigor, disciplina y exigencia
La fórmula siempre me ha funcionado
Tanto para conseguir mis objetivos
Como para alejarme de la gente.
Es por ello que ahora emplearé 
Esa misma estrategia para ser cínica.

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La peor condición de la especie humana es sentir celos. Celar a la gente es caer en un hoyo negro que abruma el espíritu, que niega el amor, que recrudece las heridas. No conforme, siempre queda la resaca de la culpa. El enojo. Un lo siento que no es falso pero sí mentiroso porque el acto mismo de celar se vuelve una constante cuando has decido fugarte por esa vía. Sólo resta esperar el momento en que no tendrás a quien celar. Se habrán ido todos por cansancio, por despecho, por enojo. Para eso están las terapias dicen los que saben. Pero el acto mismo de celar implica voluntad y quien la tenga se consumirá en su propia fantasía esquizoide de regodearse en su propia inseguridad matizada de control, posesión y aprehensión. Bendita la condición humana. 

29.5.13

Día 81

trámites varios que DETESTO hacer:

Cancelar cualquier servicio, llámese póliza de seguro; servicio de cable, internet o telefonía y tarjetas de crédito. 

Hoy fue uno de esos días en que se me juntó uno de cada uno. Es una carrera de obstáculos y de mucha paciencia. Definitivamente hoy no logré conservar la calma. En el último trámite terminé diciéndole al operador que me definiera la palabra REQUISiTO. Enloquecí. 

Me sorprenden dos cosas de estos trámites:
En primer lugar, la cantidad de trabas para lograr el objetivo de cancelar el servicio empezando por la contestadora que te ofrece un menú de diferentes opciones, ninguna que te direccione a la opción de CANCELACIÓN. Hemos de pasar por distintos filtros, dar claves, números de tarjeta o de póliza, una y otra vez, hasta que un "ejecutivo" te contesta. No sin antes "permanecer en la línea" escuchando la 5a de Beethoven porque "todos los ejecutivos están ocupados". Una vez que logramos hablar con una persona y no con la máquina debemos repetir toda la información y más para que corroboren que somos nosotros "el titular" que desea cancelar el servicio. En el mejor de los casos te dicen el proceso a seguir, en el peor te direccionan a otra área especializada en cancelaciones. 
En segundo lugar, ya que nos direccionaron al área de quejas y cancelaciones, la ultima y más hostil de la lista, el ejecutivo tiene la prebenda de disuadirnos de abandonar la compañía ofreciendo "mejores" paquetes o promociones. Empieza la letanía preguntándonos los motivos por los cuales queremos cancelar. Después de lidiar con dos compañías era obvio que en la tercera perdería la cordura y no necesariamente por falta de claridad en mis decisiones financieras, sino porque no hay situación que me descoloque más que un ejecutivo que trate de disuadirme repitiendo varias veces "le venimos ofreciendo". En ese momento perdí mi último gramo de paciencia. Señores o señoras encargadas de la capacitación de los ejecutivos, por favor tengan cuidado con el verbo "venir", si tienen dudas de cuando se usa piensen en el acto sexual y conjuguen.

Pd. Les recuerdo hace falta cultura del consumidor. Solicitar más y mejores servicios es un derecho (además de que no nos lo regalan. Cancelar es un derecho, no un pecado. 

Día 80

La dispersión del DF:

Los sitios familiares
inhiben el espíritu creativo.
También los afectivos

Una gran cruda 
pienso en escribir 
me quedo en cama
a tu lado
contemplando las ramas
las sombras
las luces de las torretas
si es de noche.

En el día
cuando nos amanece
contemplamos
oscultamos 
nuestros cuerpos
cómplices de deseos
de fantasías

La partida es complicada
Me quedo en cama
quiero escribir 
Me gana el hambre
También la dispersión

Han pasado horas
Pienso en escribir
Salgo a caminar
El DF me impide escribir.


27.5.13

Día 79

Realidad:

La comodidad del hogar me hace quedarme con el pretexto de la lluvia. Me paraliza. Me impide moverme. Justo lo que no quería. En esta gran ciudad andar de un lugar a otro con lluvia y sin carro, sin tener que hacerlo, se presenta como un reto nuevo. Un reto que debo experimentar porque es parte de la terapia de contraste. Debo evitar en la medida de las posibilidades dejar de moverme. Anquilosarme. Regresar a mi estafo de confort. La vida está en la calle. En casa la reflexión. 

Realidad:

Salí de casa y me dejaron plantada. Siguiente compromiso en dos horas. De Coyoacan a la Roma un trecho por andar. Qué necesidad? Y si regreso a casa, a cobijare, a resguardarme?

Realidad:

La ciudad oprime. Es mejor encontrarle el encanto al desapego. Pare de sufrir.