27.11.07

vuelve la normalidad


O por lo menos eso parece, porque seguro que para la familia de Sadrac ya nada volverá a ser como antes. Ayer era una peregrinación de gente, hoy sólo queda un moño blanco en la puerta de mis vecinos y vestigios de que hubo una gran fiesta, de esas que se hacen en los pueblos, con manteles blancos y una gran comilona en honor de Sadrac. "Es su última comida", me dijo uno de los vecinos, cuando me invitaron a comer y yo me negué en un principio porque lo último que se te antoja al ver a tanta gente rodeando el sufrimiento ajeno es echarte un pollito con mole verde, aunque es mi platillo favorito..., "por respeto a la familia, vamos a sentarnos", me dijo otro. Ante la contundencia de la oración no me quedó más remedio que sentarme junto a cincuenta o sesenta personas más a desgustar el guiso en honor de Sadrac, que, a decir verdad, estaba muy bueno, pero con el vacío que tenía en el estómago apenas y lo disfruté, cada mordida se me quedaba atorada, como el llanto en los ojos de aquéllos que ya no tienen más lágrimas para sopesar su sufrimiento. Tortillas a montón, pato pascual sabor grosella y casuelas de arroz y mole para todos los que ahí estabamos. Obviamente ninguno de los parientes de Sadrac comió, solo cigarros y llanto; atendían a su invitados quizá para distraerse, quizá para aliviar la pena. Yo los veía y sólo pensaba en qué momento se recogen, en qué momento hacen su duelo interior con tanta gente dándoles un abrazo, una palabra de aliento que no llena ni una milésima parte del desasosiego. De verdad, no entiendo esa tradición de hacerle comida a la gente en agradecimiento a su compañía, acaso no debería de ser al revez? no lo sé, supongo que es una de esas tradiciones que nos identifican como sociedad y que es muy difícil cambiar. Al terminar la comida llegó la carroza fúnebre por Sadrac para llevarlo a incinerar, antes de verlo partir hubo aplausos de despedida, llanto y, afortunadamente, algunas risas volvieron. Supongo que ahora viene la peor parte para ellos, quien sabe cuánto tiempo tenga que pasar para que por lo menos recuperen algo de esta gran pérdida. Seguramente los más chiquillos pronto volveran a salir a jugar futbol, los demás seguiremos ahí, le daremos vuelta a la página y en poco tiempo se borrará de nuestra mente su rostro.

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