15.2.14

RRO/gallina/blog/07/2014

Estimada colega,

Hace semanas que le doy vuelta a la idea de redactar oficios. Ayer me pasé todo el día contestando varios que me había demorado en escribir y encuentro en esta escritura burocrática administrativa un encanto particular. El juego retórico, el anzuelo, el enganche son parte de la lógica. Buscar las palabras exactas para desenmascarar, para confrontar, para cuestionar sin herir susceptibilidades es una farsa. No hay oficio que cumpla con su objetivo. La hermenéutica se cruza con la suspicacia y el engaño, aún así tiene su encanto: redactar oficios es lo más cercano al ejercicio lúdico creativo de la escritura, sobre todo cuando el destinatario se vanagloria de su argumentación. En estos casos el reto es la precisión; en otros la ironía. 

Saludos


RRO

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