25.3.16
#275
El tiempo de otros no es el mío.Casi siempre voy de retraso. Crecí como un animal a la deriva, sin saber qué hacer la mayor parte del tiempo. Incluso ahora antes de actuar, observo. Observo lo que hace quien está delante de mí. No aprendí a preguntar ni a decidirme por mí misma. Muchas veces solo huía. Huía de tener que tomar un camino sin estar segura. Lo único claro en mi vida es aquello que no quiero hacer ni ser. Y por ello recorrí el camino largo para llegar aquí. Para ser libre. Me convertí en una especie de ser andrógino, no sólo en el plano sexual, también emocional. No me gustan las etiquetas ni las imposiciones binómicas. Si no eres esto tienes que ser aquello, pues no soy ni esto ni aquello. ¿Qué soy? Me pregunto a ratos y miro al techo. Tengo cuarenta y un años y voy de retraso, para qué, no lo sé. Tampoco importa, solo observo.
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