Andar en bici en esta ciudad es complicado. Se necesita valor y arrojo. Desde que vendí mi auto mi medio de transporte es la bici y a veces no tengo suficiente ánimo para usarla. Es por ello que a continuación enlistaré una serie de observaciones:
1. Casco siempre, aunque sean trayectos cortos.
2. De preferencia no usar audífonos porque se pierde sensibilidad. Andar en bici implica que nuestros sentidos estén alertas todo el tiempo.
3. No temer a los autos. Es como con los perros, el miedo se huele y algo se activa en el inconsciente gandaya que hace que el automovilista te aviente el carro, quizá no te tire pero un susto si te mete.
4. Disfrutar el paseo. Verlo como una carrera de obstáculos. Siempre hay un carro/camión/pesero parado en doble fila que debemos esquivar.
5. Cuidar que los copilotos no abran la puerta porque casi nunca se fijan si viene alguien atrás.
7. Ir lo suficientemente cómodos (en la medida que se pueda) para no tener que estar lidiando con el pantalón, la mochila, o lo que sea que uno traiga consigo.
8. Los cruces son una cosas complicada, tenemos la opción de buscar el semáforo más cerca o lanzarnos a la aventura con arrojo y cruzar como lo hacen los carros, el punto es que el riesgo es mayor pues puede ser que no nos vean.
9. Los pasos de zebra no siempre son seguros. No confiarse, sobre todo si son vueltas concurridas por los automovilistas.
Me alegra ver cada día más gente en bicicleta por las calles. También es reconfortante observar que el gobierno capitalino invierte en infraestructura para hacer más seguro y óptimo el uso de las bicis como medio de transporte alterno. Lo que falta es cultura del ciclista, los que somos automovilistas a veces no somos conscientes de las necesidades del peatón o del ciclista, solo es necesario bajarle un poco al estrés citadino, observar a nuestro alrededor y respetar los señalamientos...
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