Aventar los cuerpos sin vida se ha vuelto común en nuestro país. Cada día, cada tercer día, la prensa publica una nota. Ayer no fue la excepción, una imagen desgarradora circuló sin pudor en las redes sociales. Hay quienes se indignan porque aparezca la imagen de un cuerpo de mujer amarrado, torturado, pero no se indignan por el asesinato. Podemos hacernos insensibles a la violencia. Ya lo somos. Ayer vi la imagen y se me encogió el corazón. Tenemos roto el espíritu. Una periodista más que el gobierno decidió desaparecer por contravenir a sus intereses... ¿Qué pudo haber dicho? La verdad de un gobierno que todos sabemos es corrupto. No tengo respuestas, no tengo cabeza para querer entender a este pinche gobierno ni a nuestra sociedad mancillada, inherte ¿Cuántos más tienen que caer para hacer algo por nosotros mismos? Hemos perdido la razón de ser. Hemos cedido nuestra voluntad al miedo. Hemos perdido nuestra dignidad frente a lo que supuestamente nos da seguridad. ¿Y cuándo perdamos todo lo que nos hace humanos también nos mataremos entre nosotros?
Descansa Anabel.
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