8.8.13
Día 151
De vuelta a Berlín. Hablamos del accidente de auto que sufrimos hace diez años en la gran ciudad. Así cómo se dan las pláticas que esperan en el tiempo, también en la memoria. Recordamos ese momento en donde desde una camilla a otra nos preguntábamos si estábamos bien la una a la otra. No sabíamos a ciencia cierta lo que nos había pasado. De ese día solo recordaba el frío de la plancha de metal donde estaba recostada haciendo un recuento de mi vida en completa paz y lucidez gracias a la morfina. Pasaron diez años y un silencio inconsciente que hoy encontró salida a la orilla del río. Me abrasaste y sentí alivio. Por fin lo dije, sin cortapisas, con miedo, con la certeza de saberme viva y afortunada. Hoy Berlín me recibe con augurios en la naturaleza. Escuchar atenta al corazón es mi designio.
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