13.4.13
Día 34
Voy media hora tarde. El taxista que había quedado de pasar por mí no llega. Amaranta llama a otro y empiezo a inquietarme. Tengo que estar en el otro lado a las 7:30. Llega el taxista. Me despido con prisa y subo al carro. Veo el reloj. Son las 6:30. Tengo una hora para llegar a la cita y no sé cómo esté la fila. Quince minutos después estoy en la garita. Camino con paso apresurado. La curva me impide ver si hay gente haciendo fila. Veo gente que avanza apresurada y gente que viene de regreso. Ya estoy en el check point. Cruzo la puerta giratoria y avanzo. Calculo unas cien personas adelante de mí. Descanso. Empiezo a tomar fotos para mi archivo. Todo en calma. Media hora después estoy enfrente del guardia. Las preguntas obligadas: a dónde va, qué lleva, dónde vive, a qué se dedica... Casi había contestado todo con una sonrisa encantadora hasta que me pregunta si había pagado el permiso. Me quedo estupefacta. -No se paga después?- Le contesto que no. Llena una boleta y me dice: " regrese y páguelo... Luego vuelve". Lo veo con cara de asustada y emito un nooooooo. Me sonríe y me dice "pero no se vuelve a formar". Descanso. Doy la vuelta y camino a paso veloz. Llego a la oficina -que obviamente no vi en un inicio- y voy directo con el guardia. Se repite la historia: "su permiso". "No lo he pagado". "Vaya a la caja"... Pago. Me formo. Me entrevistan -ahora con más detalle-. Sonrió a la cámara y me dan el permiso. Son las 7:20. David ya está del otro lado. Le digo al guardia que controla la fila que me deje pasar, lo hace de mala gana. Cambio de guardias. Ya no está el que me atendió respiro y espero. Mi turno. Las preguntas obligadas. Ya no me preocupo por hablar en inglés. -Me ha preguntado lo mismo tres guardias.- Sólo quiero salir de ahí. Lo observo. Me observa. Me sonríe y me deja ir. Estoy del otro lado. David me espera en su carro.
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