1.4.13

Día 24

Los gatos de mi vecina son estrafalarios, como ella. Quién puede dedicarse tanto tiempo a cuidar de ellos. Los gatos necesitan atención y cariño. Son demandantes y, según el temperamento, voluntariosos. Cinco gatos en un departamento me parece un exceso. A mi vecina no le importa, si pudiera tendría más. Los gatos habitan esa casa. Mi vecina es sólo un huésped que tiene derecho de piso porque los alimenta y los procura. Quien ha tenido gatos sabe que es un animal indiscreto, husmea a hurtadillas por el refilón de la puerta, observa con desacato y mira intimidantemente a quien llega, se recuesta sin recelo en la cama y no se inmuta con la intimidad de los amantes. Mi vecina les permite eso y más. Sus extravagancias rayan en lo absurdo porque ella constantemente afirma que los animales con que mejor se lleva son los gatos, a los humanos los tolera.

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