22.4.13

Día 43

Desde aquí no alcanzo a ver qué tan lejos está la meta. Tampoco creo que importe mucho, para eso están las pantallas. Las gradas están llenas y el sol calienta la cabeza. El ruido de los motores es ensordecedor. Dos vueltas de prueba antes de iniciar. Un espectáculo que me es completamente ajeno. Espero. La gente se para. Seguro están por cantar el himno nacional... Debería estar prohibido en cualquier espectáculo. Qué necesidad. La gente se toma muy en serio esto de la nación. Intento distraer a mi sobrina pero algo en ella la hace estar atenta. Será esta su otra paria, la que adoptó cuando la hicieron migrar? Guardo silencio. La gente canta con solemnidad el himno. Estoy incómoda. Me esta dando claustrofobia (o agorafobia). Mi sobrino insiste que nos movamos, le digo que espere. Empiezan la carrera. Dos vueltas. Nos vamos. En algo nos parecemos. Somos voluntariosos. Salimos agarrados de la mano. Yo quiero ir a leer, él a armar carros. Los demás se apasionan con el espectáculo. A veces es difícil entender las pasiones de los otros.

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