10.1.16

#219

Llevaba horas dando vueltas a la cama sin conciliar el sueño. Había tenido una sesión intensa de cotilleo con una amiga y colega que está haciendo su doctorado en la misma universidad donde estoy haciendo la estancia de investigación. Quedamos para comer y no nos despedimos hasta después de varias horas. Haciendo un recuento de nuestras desavenencias, hilando cabos, confrontando historias, llegó un punto que sentía que la cabeza me explotaba. Cuando abrí el cajón de los recuerdos, también salieron sentimientos y emociones, de ira, frustración, decepción. Pensé que lo tenía resuelto pero claramente no era así. Nos despedimos al anochecer. Estaba agotada y sobreexcitada. De repente, sin saber porqué, escucho lo que pensé era un disparo. Después de la captura del chapo y al ser defeña, no se me ocurrió que pudieran ser juegos pirotécnicos. Abrí los ojos sin salir de la cama. Volví a escuchar otro disparo, inmediatamente pensé que era una célula de traficantes que habían sido descubiertos por la policia y estaban huyendo por los patios traseros de los edificios de la manzana. Hacia donde da mi habitación. Después escuché otro y otro y otro tronido, se empezó a iluminar la ventana con tonos azules, verdes, morados... No sabía ni la hora que era, no duró más de tres minutos y después todo volvió al silencio. Esperé un momento con el oído atento por si a lo lejos escuchaba las sirenas de la policia o las ambulancias. No pasó nada, cerré los ojos, pude dormir plácidamente. 




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