22.1.16

#229

Voy de retraso... Retraso de la escritura. La regla casi siempre llega a su tiempo, aunque este mes se adelantó. Quiero pensar que fue por tanto cambio: de casa, de país, de trabajo, de actividad física (dígase ejercicio)... De estado civil no, ese lo mantengo desde hace un año y poco más. El retraso se debe a mi voracidad, quiero hacer todo: leer, escribir, escuchar, conocer gente, ver series... Aquí te da tiempo de eso y más. Así es cuando migras, te reinventas la rutina. Todavía no entiendo porqué pues en México no saldría de mi casa ni iría al museo ni vería un documental, no iría a una conferencia. Todo el mismo día, y, con tiempo de sobrar para pasarme por casa para leer a Auden (hace años que no leo poesía). Así es migrar. Buscarse la vida. Inventarse los días. Aprender a escuchar los fantasmas y a vivir con los demonios. Un aprendizaje constante. Voy de retraso porque al final del día puede más el cansancio que la necesidad de escribir. El tiempo de la escritura al migrar es asincrónico. Como también el deseo de estar en casa. Cuando me asalta la angustia, escribo. Cuando se apacigua la nostalgia, estoy. Voy de retraso, pero tampoco hay prisa.

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