Día 63

Hoy ya no es hoy pero sigue siendo hoy.

Llevo días intentando resolver en mi cabeza lo que el corazón no puede. Cuantas veces he pasado por ahí de distintas maneras, obviamente, sin mucho éxito. Siempre regreso, pero conforme avanza el tiempo se recrudece el sentimiento. Que ganas tengo de volar.

Hoy me recosté en el pasto. Vi el cielo. Me sentí en paz. Telemann siempre me reconforta el alma. Hoy me recosté el pasto. Vi el cielo. Me sentí en paz. Debo buscar dentro.

Si el cuerpo lo fuera todo quisiera bailar. Si el cuerpo entendiera mis plegarias quisiera bailar. Si el cuerpo curara las heridas quisiera bailar. Si el cuerpo escuchara los lamentos quisiera bailar. Si el cuerpo fuera un performance quisiera bailar. Hoy te vi bailar, el escenario es todo tuyo.

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Buscando respuestas me topé con una canción:

"Pero los pájaros no pueden ser enjaulados 

porque ellos son del cielo, 

ellos son del aire 

y su amor es demasiado grande para coartarlo.

Volaste al rededor de la luna con ella

Le pediste que nunca se fuera

Y ella respondió 

Siempre estaré cuidándote..."

No me resolvió el problema pero me hizo llorar, de vez en vez no hace mal dejar ir unas cuantas lágrimas. Quizá algún día también me pueda ir con ellas.