Día 66

Caminar, caminar, caminar.
perderme en la ciudad con rumbo fijo pero sin prisa.

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¿Qué es la seguridad? ¿Cómo es posible que ciertos registros están puestos en la noción de ley y no de ética? Arendt pensó mucho en lo que implica la ley para los estadounidenses. Se respira el miedo, la gente no hace las cosas por respeto necesariamente, en todo caso porque tiene miedo a perder su libertad. Libertad entendida como bien de consumo, de intercambio, de trueque. No como la esencia, no como ontología ni como epistemología. Aún así es interesante que bajo las condiciones cognoscitivas de la supuesta seguridad enraizada en obedecer a la ley, sin reconocer el bien común, se construya toda una cultura dominante.

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El justo medio aristotélico no tiene cabida en la zona fronteriza. Existen los extremos, los contrarios y no se contraponen, se enriquecen. Los puristas afirman que una sociedad es mejor que otra. Es una falacia, ambas sociedades se enfrentan a la condición humana, una tiene miedo, la otra le da la vuelta.

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Por fin entendí la biopolítica, el biopoder, es tan darwinista el término que da susto pero es una realidad de la vorágine, si queremos ponernos exquisitos, neoliberal, aunque puedo arriesgarme a decir que de cualquier sociedad...

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Me asumo, me sumo, me sumerjo. El camino, siempre el camino. Y si o hubiera un camino. Tengo necesidad de trazar un camino?