13.5.13

Día 64

hhh: la frontera es cambiar de registros constantemente, echar al cuerpo por delante en cada caso, a veces conscientemente, las menos.
ttt: sigues con lo mismo... no te cansas de darle vuelta? qué necesidad tienes de definir LA FRONTERA... es un límite nomás. Cuáles registros, a qué te refieres con eso?
hhh: Los registros visuales, corporales, físicos, urbanos, simbólicos, nacionales, culturales, dialécticos, analíticos... Es obvio que la frontera es un límite, pero ese límite significa algo para cada quien según como la viva, la experimente, la introyecte.
ttt: pero a quién verdaderamente le interesa elaborar ese trabajo deconstructivo que intentas realizar?
hhh: hacerlo a muy pocos, conocer los resultados también. En realidad no lo hago porque debe ser algo "productivo" sino porque es algo que debe ser desnaturalizado para poder comprender desde la ontología y la epistemología el fenómenos fronterizo como zona de convivencia entre varias culturas, costumbres, tradiciones, lenguas.
ttt: ok, dejemos lo "productivo" de lado. Qué implicaciones tiene en la sociedad, en la comunidad, en la gente de a pie, conocer, conscientizar, leer sobre tú investigación?
hhh: implicaciones tangibles, ninguna. Van a pasar generaciones para que se puedan observar los cambios. En todo caso, justo lo que analizo y teorizo es como esos cambios sociales, culturales, se dan empíricamente. De ahí su importancia de recuperarlos, historizarlos y si me apuras elaborar una genealogía del fenómeno fronterizo y migratorio.
ttt: makes me sense. continúa con los registros entonces. A qué te refieres con ellos?
hhh: te lo voy a explicar con un ejemplo. Hace unos días hice un tour exprofeso para visitar ciertos lugares de Tijuana: la zona industrial y algunos albergues. Una visita rápida, por afuerita, para empaparme de lo visual, lo sensorial...
ttt: observación participante?
hhh: exacto. nada de entrevistas.
ttt: pues muy rápido no ha de haber sido. Tijuana no es una ciudad muy grande pero tiene lo suyo.
hhh: Así fue. Nos tomó casi cinco horas y pudo haber sido más si no es porqué iba con el tiempo encima. En fin, se sumaron un par de chicas más que están estudiando, formamos un grupo diverso: una indígena mixteca de San Quintin, una india (de la India) que vive en Holanda, una mexicana del Df, y el chofer mexicano de Tijuana...
ttt: un grupo que empezaba como chiste: "estaban la mexicana, la india y la indígena..."
hhh: Exacto, desde ahí los registros empezaron a hacerse evidentes. Yo iba en plan burgués academicista sabelotodo y no tenía intención de caminar. Las otras chicas querían caminar, palpar la zona. Me uní a su plan y las cosas se fueron dando solas: tomamos fotos, comimos tacos en los puestos de las maquiladoras a la hora del receso de los trabajadores, visitamos los albergues, pudimos hablar con unos cuantos migrantes, etc.
ttt: un día productivo...
hhh: vasto de experiencias diría yo que ahora mismo no puedo describir en su totalidad. Vimos de todo, la vida productiva naturalizada, las labores humanitarias, el cansancio en los ojos de los migrantes, la vejación y la orfandad. Un crisol de situaciones que van definido los registros de cada quien según sus limitaciones o sus necesidades.
ttt: limitaciones?
hhh: sí, para muchos la frontera solo se cruza, casi siempre para ir de compras o para trabajar. Las preocupaciones de muchos no están puestas en la frontera, porque esa es su realidad, como a nuestro chofer, quien se conoce todos los sitios de Tijuana pero no alcanza a hilvanar una respuesta de lo que par él significa la frontera.
ttt: bueno, pero no todos tienen por qué definirla...
hhh: es verdad, pero muy pocos reparan en la importancia de la zona fronteriza, no desde una perspectiva económico, sino cultural. Ahí radica la importancia de los registros. Total, para no hacerte el cuento largo. Después del recorrido había quedado de ver a un amigo para cruzar al otro lado. Fue tan evidente el cambio de Tijuana-San Diego: los colores, los olores, la arquitectura, la urbanidad. Llegar a San Diego es, literal, como entrar en Disneylandia, un mundo aparentemente feliz, ordenado y limpio, contrario al ruidos caos de Tijuana.
ttt: claro, eso es evidente, es otro país.
hhh: pero no por evidente debemos naturalizarlo, así se institucionalizan los discursos dominantes.
ttt: entonces la propuesta es centrarte en los registros.
hhh: Exacto, deconstruirlos, potencializarlos, hacerlos evidentes.
ttt: sigo sin comprender el para qué, pero ya me lo explicarás cuando lo tengas más claro.
hhh: estoy en ello. Por lo pronto solo te puedo decir que Tijuana es el símil de las películas de Tarantino en donde pasan situaciones inimaginables propias de una ciudad fronteriza y que los registros transitan de la violencia encarnada a una gama de ilusiones, esperanzas y expectativas: el abanico de posibilidades de la condición humana. Ahí está el tema, entrarle a la condición humana, no sólo teorizar sobre ella.



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