25.5.13

Día 77

Me gusta ver la lluvia. El olor a tierra mojada es un augurio de bonanza en una ciudad que creció sobre lagunas y ríos pero que poco a poco se ha ido secando por la mancha de asfalto. Que sería de esta ciudad si hubiéramos conservado las trajineras, los acueductos, las áreas verdes que dividían lo que antes eran pueblos y ahora barrios o colonias. Por qué a pesar de nuestra cultura ancestral tenemos tan mal gusto para hacer ciudades? O será que los ancestros no tienen nada que ver con la ambición de muchos? Esa es la condición humana...

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Hay días y días en que veo a los indígenas en la calle y me pregunto por qué no aprendimos nada de ellos y ellas, por qué no los dejamos hablar su lengua, por qué no supimos convivir juntos, por qué los hemos hecho menos durante tantos siglos, por qué abandonan sus lugares de origen, por qué los utilizamos sólo como trabajadores domésticos... Que hubiera sido de este país si el español no fuera la lengua oficial? Esas grandes ideas de revolucionar, de evolucionar, de pensar en el progreso imitando a los otros, a los europeos, a los que nos castraron, a los que no nos dejaron ser otros, ser nosotros. Si nos escucháramos entre nosotros, si entendiéramos quién es el otro, quizá podríamos reivindicarnos a nosotros mismos ante quienes también han sido castrados por nosotros. Esos otros que son los indígenas y que somos nosotros podremos alguna vez reconciliaremos. Bien dice Derrida tengo una lengua y esa no es la mía... Escuchemos / escuchemonos.

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